Niobio

El niobio, también conocido como columbio, es un elemento químico con el símbolo Nb (antes Cb) y número atómico 41. El niobio es un metal de transición gris claro, cristalino y dúctil. El niobio puro tiene una dureza comparable al titanio puro y tiene la misma ductilidad que el hierro. El niobio se oxida muy lentamente en la atmósfera terrestre, de ahí su uso en joyería como alternativa hipoalergénica al níquel. El niobio se encuentra a menudo en los minerales pirocloro y columbita, de ahí el nombre anterior "columbio". El nombre proviene de la mitología griega, específicamente Niobe, que era la hija de Tantalus, el homónimo del tantalio. El nombre refleja la gran similitud entre los dos elementos en sus propiedades físicas y químicas, lo que dificulta su distinción.

El químico inglés Charles Hatchett informó en 1801 un nuevo elemento similar al tantalio y lo llamó columbio. En 1809, el químico inglés William Hyde Wollaston concluyó incorrectamente que el tantalio y el columbio eran idénticos. El químico alemán Heinrich Rose determinó en 1846 que el mineral de tantalio contenía un segundo elemento, al que llamó niobio. En 1864 y 1865, una serie de hallazgos científicos aclararon que el niobio y el columbio eran el mismo elemento (a diferencia del tantalio), y durante un siglo ambos nombres se usaron indistintamente. El niobio se adoptó oficialmente como nombre del elemento en 1949, pero el nombre columbio sigue utilizándose en la metalurgia de los Estados Unidos.

El niobio no se utilizó comercialmente por primera vez hasta principios del siglo XX. Brasil es el mayor productor de niobio y ferroniobio, una aleación de 60 a 70% de niobio con hierro. El niobio se utiliza principalmente en aleaciones, la mayor parte en aceros especiales como los que se utilizan en las tuberías de gas. Aunque estas aleaciones contienen hasta un 0,1%, el pequeño porcentaje de niobio aumenta la resistencia del acero. La estabilidad de temperatura de las superaleaciones que contienen niobio es importante para su uso en motores a reacción y cohetes.

El niobio se utiliza en una variedad de materiales superconductores. Estas aleaciones superconductoras, que también contienen titanio y estaño, se utilizan ampliamente en los imanes superconductores de los escáneres de resonancia magnética. Otros usos del niobio incluyen soldadura, industrias nucleares, electrónica, óptica, numismática y joyería. En las dos últimas aplicaciones, la baja toxicidad y la iridiscencia provocadas por la anodización son propiedades muy deseables. El niobio se considera un elemento tecnológico crítico.